Somos Héroes

David López | Enero, 2021

Gracias por estar aquí

¡No te voy a mentir!, me gustaría que leyeses esto hasta el final. Es posible que a ti te sirva leerlo como a mí me ha servido escribirlo.

Quizá escribo esto con más retraso de lo normal, un 16 de Enero, pero son tantas cosas las que quiero decir, que necesitaba mi momento de inspiración para hacerlo, igual cuando ya no se espera, cuando ya todo el mundo lo ha hecho.

Había la sensación de una sociedad entera esperando el final del año 2020, el año más extraño y confuso de nuestras vidas, y que ha cambiado el mundo tal y como lo conocíamos.

Había la sensación de un ambiente de celebración como si a las 00:00h. del día 1 de Enero de 2021 hubiese desaparecido la pandemia que hasta el 31 de diciembre de 2020 a las 23:59h. estaba asolando al mundo, cuando la realidad es que a las 00:01h. del 1 de Enero de 2021 la pandemia aún seguía, sigue y seguirá durante un tiempo con nosotros, ojalá se vaya pronto, pero ya ha marcado un antes y un después en nuestras vidas.

Por un momento olvidamos que lo que estaba pasando no era más que la transición de un Jueves a un Viernes igual que en una semana y un mes cualquiera, eso sí, con la diferencia de un cambio de año, ese en el que cual tradición, nos gusta hacer balance de lo ocurrido y lo vivido en el año saliente y marcarnos las metas a cumplir «y que casi nunca cumplimos» para el año entrante. Quiero ser la excepción que confirma la regla.

Ahora toca decidir, como entrar a Matrix o no cambiar nada, tomar la pastilla roja o la pastilla azul, también aquí podemos tomar esa decisión.

Decir que para mi el año de la pandemia ha sido un gran año igual suena mal, diré que ha habido de todo.

Con momentos malos, pérdidas de personas maravillosas y queridas que tuvieron un gran impacto en mi vida, familiares y amigos que he visto pasarlo mal, pero que han demostrado una gran entereza, personalidad y amor, y eso es lo que me llevo, el lado bueno, el lado bonito de la historia.

Las grandes cosas de hoy, surgen de las cenizas del ayer.

A nivel personal sin duda ha sido un año que ha marcado un antes y un después en mi vida, donde he crecido personal, mental y profesionalmente como nunca habría imaginado.

Personas que he conocido y personas de siempre que han aportado un gran valor a mi vida, nuevos proyectos ilusionantes en los que estoy sumergido tanto personales como colaborativos (TEKDI y Busvi) y en los que  tengo el placer de sentirme importante.

Pero sobre todo, lo que me ha dado el pasado 2020 ha sido el redescubrir realmente mi propósito.

Estoy ya en el «mediodía» de mi vida y es momento de ponerme las pilas y centrarme en lo que realmente me importa si no quiero que finalice el día sin haber acabado mi tarea.
La vida no te da otra opción, en ella no se puede rebobinar, así que solo podemos avanzar.

Hasta tal punto, que creo que en 40 años el único libro que recuerdo haber leído fue alguno de «el barco de vapor» en mi infancia, y este 2020 he leído la friolera para mi (viendo la estadística anterior) de ¡5 libros!.
Leer libros me ha aportado conocimientos, cambios y sensaciones que la única forma entendible de expresarlo es diciéndote que empieces a leer, devora libros. Mi objetivo de lectura para este año es dedicar al menos 30 minutos al día, o como poco leer 12 libros este 2021, uno por mes. Te los iré contando todos.

Los resultados son individuales y nosotros somos 100% responsables de ellos, de nuestras decisiones, podemos elegir quejarnos y llorar en una esquina, estar viendo todo el tiempo las malas noticias en la televisión, llenarnos de infoxicación y ser parte del problema, o tomar las riendas de nuestra vida, coger el toro por los cuernos y ser parte de la solución, yo quiero ser parte de la solución.

Fíjate, en pleno confinamiento hice algo que siempre he querido hacer, escribir un libro, bueno, en realidad solo es un ebook, cortito, de unas 30 páginas, pero que para mi ha sido como «El Quijote». Me ha valido para motivarme, prometo escribir más.

Tengo el gran objetivo de continuar cambiando mi vida a lo que deseo, a la libertad que quiero, a hacer aquello que me gusta, con lo que disfruto, con lo que me siento realizado y con lo que soy feliz, en definitiva… a ser libre.
¿Y cómo voy a conseguir esto?, fácil, cumpliendo mi propósito, y este es el año definitivo que me he marcado para lograrlo, al menos para dar el paso definitivo.

Mi propósito lo tenía claro un niño de mente inquieta que no hacía más que soñar, pero que al crecer, su mente adulta no supo ver al otro lado del muro de las creencias.
Aquel niño quería ser Superman, soñaba con ello, disfraz incluido, pero al ir perdiendo la niñez, la mente consciente y racional adulta descartó esa posibilidad.
El ser humano como tal, en este caso yo, no tiene súper poderes, ni súper fuerza, ni puede volar, ni lanza rayos por los ojos, en fin, cosas de niños.

Pero 2020 me hizo abrir los ojos para ver más allá de donde alcanza la vista.

Y joder… ¡aquel niño tenía razón!, aquel niño sabía lo que quería, era mi yo adulto quien no supo ver más allá de donde me permiten mis ojos.
Superman tenía otros súper poderes que no alcanzaban ni a la vista ni a la comprensión humana… el amor por las personas, el afán por ayudar a los demás, las ganas de hacer un mundo mejor, la valentía de creer que se pueden cambiar las cosas y que no hay sueños imposibles, era más humano que cualquier humano, si has visto Superman, en cualquiera de sus épocas, ahora te estás dando cuenta de que también tenía estos súper poderes que te cuento, y ni enterarnos, ser un súper héroe está más a nuestro alcance de lo que imaginamos, mira que nos lo haya tenido que enseñar un niño.

Aquel niño lo tenía claro y a punto estuve de robarnos esa ilusión, pero ahora puedo cumplir su sueño, nuestro sueño, mi propósito.

Todo lo vivido, todo lo aprendido me hizo volver atrás, a aquel sueño de aquel niño, hubo algo que hizo click en mi mente fría… llámalo espíritu, llámalo Dios, llámalo subconsciente, llámalo energía, llámalo como quieras. Sí, te has dado cuenta, no he podido evitarlo, he hecho un símil con cierto personaje de cierta serie de humor.

Bromas aparte, decir, si bien es cierto, que hay algo de aquel niño que nunca perdí, la curiosidad, la mente inquieta y las ganas de soñar. Quien me conoce bien lo sabe, mi cabeza no ha parado nunca, no para ni un segundo, siempre pensando, siempre inventando, siempre imaginando, de culo inquieto como se suele decir, quizá en mi subconsciente siempre estuvo que mi yo niño tenía razón, y no iba a parar hasta que mi yo adulto se diese cuenta, solo me hacía falta un empujón.

Ahora me siento como Superman, con súper poderes para ayudar, y que no solo son míos, sino de todo el que lo necesite.

Moraleja: hagamos más caso a los niños, dejémosles que puedan ser lo que quieran ser, hasta cuando crezcan.

El caso es que siempre me han gustado los superhéroes, mucho, y si tuviera que definirme actualmente en alguno de ellos, quizá sería la mezcla de dos: uno más moderno como Deadpool, y el de siempre, Superman. Sí, un poco como la noche y el día. Uno por lo diferente a otros héroes, extravagante, bromista y de humor peculiar, y de otro, ya lo hemos visto, todo lo grande, inmenso y hermoso que hay en su interior.

Quizá mi mayor virtud ha sido la de adaptarme al cambio, a cualquier situación aunque me dé miedo y tirar hacia delante.
En el debe, cuidarme más, hacer más ejercicio, dedicar tiempo a mantener un buen estado de salud, que también es importante. Tengo que tomarlo en serio ya.

Bueno, ya acabo, solo me hace falta dar las gracias, gracias a todas las situaciones y personas que han contribuido, me han ayudado, y lo siguen haciendo, a cumplir mi propósito, que no es otro que tener la libertad que deseo a base de ayudar y aportar valor a los demás, de ser un ejemplo para las personas que me siguen, de contribuir a hacer un mundo mejor, con personas más felices y que luchen por sus sueños, con positivismo, con amor y con corazón, un mundo más humano, como Superman.

Así que, GRACIAS a la pandemia por hacerme ver que todo cambia en un suspiro, por enseñarme la importancia de relacionarnos, de convivir, de compartir, de juntarnos.

GRACIAS a la vida por enseñarme que somos capaces de todo, solo tenemos que proponérnoslo y soñarlo con todas nuestras fuerzas, como decía Walt Disney «si lo puedes soñar lo puedes hacer».

GRACIAS a las personas que nos habéis dejado por hacerme ver que la vida es muy corta para gastarla en no intentar vivir nuestros sueños, y que no tenemos que perder el tiempo, que se va, y además se va rápido y sin avisar.

GRACIAS a los amigos de antes, de ahora y de siempre, aunque no nos veamos o nos veamos poco.

GRACIAS a los «amigos lejanos» por enseñarme que la amistad es más poderosa que la distancia y el tiempo sin vernos, por muchos kilómetros que nos separen (Paqui, Xavi… también a la familia francesa).

GRACIAS a los libros que he leído y me ayudan a seguir descubriendo.

GRACIAS a las formaciones que he realizado (y sigo), a todas, que me han servido para sentar unas buenas bases, crecer mental y profesionalmente, y para tomar acción, como el Digital Marketing Máster en TEKDI con Juan Merodio, y la formación en Level Up con Carlos Delgado, que han marcado un antes y un después en mi vida.

GRACIAS  a las personas que habéis confiado y confiáis en mi para que os ayude con vuestros negocios. 

GRACIAS a mis compañeros y compañeras de «el tiro», han sido muchos años compartiendo momentos juntos.

GRACIAS a las personas que me habéis dado la oportunidad de seguir aprendiendo, creciendo laboral y personalmente, trabajar con vosotros es un placer y un orgullo ¡team TEKDI!. Juan Merodio, Ana Gazquez, Álvaro Cerrada, Lizzette Díaz, Álex Pérez.

GRACIAS a mi familia, mi hijo y mi hija (Adrián y Leire), mi mujer (Laura) parte fundamental, mi padre y mi madre (el Gordo y la Angelita), mi hermano y hermana (José Antonio y Sonia) , mi madrina (la Conchita), mi suegra (Consuelo), mi suegro (Enrique), mis cuñados y cuñadas (Paco, Kike, Laura, Vane, Jorge y Yoli)… sobrinos y sobrinas (Vega, Arya, Pablo, Marta), la bisa, tíos y tías, primos y primas, por ser parte de mi vida.

GRACIAS a los amigos y amigas que seguimos compartiendo momentos día a día. Amigos de los que no os coge el corazón en el pecho. Seguimos con nuestros proyectos, aprendizajes y vivencias juntos. Por muchos años más… Manolo, Juanfran, Rubén, Óscar…

Puff, no me gustaría dejarme a nadie, pero alguien se me escapará… por eso voy a dejarlo aquí, podría seguir escribiendo pero toca parar ya la historia interminable, las personas que me importáis lo sabéis, seguro que no hace falta que os escriba o mencione aquí. Así que GRACIAS a todas las personas que hemos compartido algún momento durante este año, aunque solo haya sido un minuto… conocidos, amigos, familiares, GRACIAS a todos y todas.

Vamos terminando, GRACIAS a quienes habéis llegado hasta aquí leyendo cada una de estas líneas porque era complicado, así que sin duda, un placer.

GRACIAS  a todas y a todos porque sois y seréis parte de mi éxito, nuestro éxito.

Celebremos cada momento de la vida.

GRACIAS por todo lo que me dais y me habéis aportado, por compartir conmigo el acabado 2020 y seguir compartiendo este 2021.

Solo necesitaba abrir mi corazón, quería compartirlo, porque me apetece, porque en la única vida que conocemos, tenemos que hacer lo que queremos hacer.
Si me permites un consejo, hazlo tú también, aporta sentirse en paz con uno mismo, perdón, agradecimiento, serenidad, satisfacción y desahogo.

Hay un súper héroe en cada uno de nosotros, solo necesitamos el coraje de ponernos la capa. ¿Por qué no ir más allá y ser mejor de lo que puedes ser?

Un abrazo grande, se os quiere ❤

PD.: No hay foto perfecta para esto, no cogéis todos.

Si crees que esto puede ayudar, motivar o aportar valor a alguien, tienes mi permiso para compartirlo.

#somosheroes

Los sueños nos salvan, nos levantan y nos transforman.

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